Gccampos7
Mega Fútbol
- 16/4/12
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- Equipo
La mayor parte de los hinchas milanistas no están satisfechos por los resultados y mucho menos por el juego. Muchos piensan que la causa se atribuye a la modesta calidad de los jugadores, otros que es culpa del entrenador. Cierto, los rossoneri practican un juego no ausente de errores pero no es solamente eso. El campeonato italiano no brilla por armonía donde es bastante complicado formar equipos que tengan jugadores con las justas interacciones técnicas, tácticas y profesionales.
En Italia el ambiente no es ideal para programar el trabajo, los equipos tienen tantos padres y los jugadores no son siempre funcionales al proyecto técnico. En un contexto como este, es complicado formar un equipo cohecho, compacto, organizado: un colectivo que pueda exprimir un fútbol entonado y espectacular. El Milan últimamente puntó por la calidad individual y en la experiencia para seguir siendo competitivos, escondiendo los problemas.
Ahora los rossoneri pierden a sus fuera de serie y en poco tiempo se han encontrado con la necesidad de buscar resultados a través de un juego colectivo que pocos conocen. La calidad individual es importante pero no lo es todo, como demuestra Zeman que con la Roma está jugando un fútbol menos espectacular y divertido con respecto a los que hacía con los jóvenes desconocidos del Pescara. El Milan se está empeñando, pero hoy el equipo presenta carencias estructurales que no pueden ser ocultados por la bravura de uno en particular, como se hacía en el pasado.
Allegri está trabajando, pero hace falta tiempo y los jugadores deben ponerse a disposición para un cambio de mentalidad radical. Hoy al equipo le cuesta moverse de manera colectiva en fase defensiva, los delanteros no siempre están en modo activo y les cuesta volver, los centrocampistas a menudo no llegan en el preciso momento. En el fútbol moderno, se defiende con el equipo donde todos participan bien juntos y colocados, pero no se consigue siempre con una plantilla a veces demasiado ámplia.
Todo eso permite que la presión se haga de manera parcial, los anticipos, los marcajes y los desdoblajes necesarios para ayudar a los jugadores en el uno contra uno hacen ver límites individuales. Max ha intentado remediarlo colocando la defensa a tres o a cinco, pero esto ha quitado solo a un centrocampista y puesto a los jugadores un módulo desconocido. En fase ofensiva, hay muchos talentos pero nunca llevados a moverse de manera conjunta y que se desmarquen con movimientos autónomos y sincronizados.
Algunos están en dificultad en un fútbol dinámico y de colaboración. Max tiene que trabajar, pero nadie asegura que pueda conseguir un fútbol contínuo y brillante. Las motivaciones y las decisiones de los jugadores mejor adaptados para un fútbol total serán necesarios para alcanzar en breve la tan esperada mejora.
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Muy acertada la crítica de Sacchi.
Desgraciadamente, el único remedio lo ofrece el tiempo. La calidad individual quizás sí pueda resolver los problemas de un día para otro, pero el juego en colectivo sólo se hará presente con el paso del tiempo. El equipo debe mecanizarse.
Por lástima los hinchas están obsesionados con los resultados inmediatos y esto incluso ha llegado a provocar que Allegri pierda el rumbo. Será una temporada sufrida, y así debe ser para que comience a generarse el cambio que buscamos.
Ahora lo fundamental es armar una base y luego se irá agregando calidad para conformar un equipo que sí pueda competir.
En Italia el ambiente no es ideal para programar el trabajo, los equipos tienen tantos padres y los jugadores no son siempre funcionales al proyecto técnico. En un contexto como este, es complicado formar un equipo cohecho, compacto, organizado: un colectivo que pueda exprimir un fútbol entonado y espectacular. El Milan últimamente puntó por la calidad individual y en la experiencia para seguir siendo competitivos, escondiendo los problemas.
Ahora los rossoneri pierden a sus fuera de serie y en poco tiempo se han encontrado con la necesidad de buscar resultados a través de un juego colectivo que pocos conocen. La calidad individual es importante pero no lo es todo, como demuestra Zeman que con la Roma está jugando un fútbol menos espectacular y divertido con respecto a los que hacía con los jóvenes desconocidos del Pescara. El Milan se está empeñando, pero hoy el equipo presenta carencias estructurales que no pueden ser ocultados por la bravura de uno en particular, como se hacía en el pasado.
Allegri está trabajando, pero hace falta tiempo y los jugadores deben ponerse a disposición para un cambio de mentalidad radical. Hoy al equipo le cuesta moverse de manera colectiva en fase defensiva, los delanteros no siempre están en modo activo y les cuesta volver, los centrocampistas a menudo no llegan en el preciso momento. En el fútbol moderno, se defiende con el equipo donde todos participan bien juntos y colocados, pero no se consigue siempre con una plantilla a veces demasiado ámplia.
Todo eso permite que la presión se haga de manera parcial, los anticipos, los marcajes y los desdoblajes necesarios para ayudar a los jugadores en el uno contra uno hacen ver límites individuales. Max ha intentado remediarlo colocando la defensa a tres o a cinco, pero esto ha quitado solo a un centrocampista y puesto a los jugadores un módulo desconocido. En fase ofensiva, hay muchos talentos pero nunca llevados a moverse de manera conjunta y que se desmarquen con movimientos autónomos y sincronizados.
Algunos están en dificultad en un fútbol dinámico y de colaboración. Max tiene que trabajar, pero nadie asegura que pueda conseguir un fútbol contínuo y brillante. Las motivaciones y las decisiones de los jugadores mejor adaptados para un fútbol total serán necesarios para alcanzar en breve la tan esperada mejora.
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Muy acertada la crítica de Sacchi.
Desgraciadamente, el único remedio lo ofrece el tiempo. La calidad individual quizás sí pueda resolver los problemas de un día para otro, pero el juego en colectivo sólo se hará presente con el paso del tiempo. El equipo debe mecanizarse.
Por lástima los hinchas están obsesionados con los resultados inmediatos y esto incluso ha llegado a provocar que Allegri pierda el rumbo. Será una temporada sufrida, y así debe ser para que comience a generarse el cambio que buscamos.
Ahora lo fundamental es armar una base y luego se irá agregando calidad para conformar un equipo que sí pueda competir.