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Las maldiciones húngaras ... y los húngaros malditos.
Bela Guttmann (*) fue un trotamundos tanto de jugador como de entrenador. De orígen judío había nacido en Budapest en 1900. Su etapa portuguesa es impresionante: gana la Liga de 1959 con el Oporto y con el Benfica consigue las de 1960 y 1961 y las Copas de Europa de 1961 (3-2 al Barça) y 1962 (5-3 al Madrid).
(*) El apellido Guttmann, aparece escrito según donde se consulte como Gutman, Guttman, Gutmann ... lo dejaremos en Guttmann.
Durante el verano de 1962 pide a la directiva un aumento de sueldo; las negociaciones se envenenaron y el Benfica decidió cesar a Bela Guttmann (1), el cual antes de abandonar el club lanza la frase que lo hizo famoso en vida y después de ella: “Sin mí, el Benfica no volverá nunca a ganar una Copa de Europa”. Nadie se lo tomó en serio entre otras cosas porque aquél Benfica iba directo a la leyenda: Eusebio, Coluna, Germano, José Augusto, Santana, Simoes ... configuraban el mejor grupo que las “aguilas” tuvieron jamás.
(1) Antonio Simoes, una de las leyendas del Benfica en el que militó desde 1961 hasta 1975 reconoce las dificultades del club para satisfacer las exigencias económicas de Guttmann: “Cuando él llegó al Benfica, dijo que quería un premio por el título continental. Se le dijo que si pensando que seguramente no lo íbamos a ganar. Y fueron dos los que ganamos y después fue un problema para pagarle. No se quedó”.
Y en la final de la Intercontinental de 1962, ya sin Bela Guttmann y con el chileno Fernando Riera en el banquillo, el Santos de Pelé maltrata a los benfiquistas: 3-2 en Río de Janeiro y 2-5 en Lisboa.
Pero claro, la Intercontinental no era una competición “europea”. En 1963 el Benfica vuelve a alcanzar la final de la Copa de Europa y es el favorito ante el AC Milan. El partido se juega en Wembley y los italianos contra todo pronóstico se imponen por 2-1. En 1965 de nuevo el Benfica en la final europea. No es justo que se jugara en San Siro ... ante el Inter de HH, pero los lusos vuelven a perder por 1-0.
Todavía en 1968, los portugueses con algunos de sus hombres importantes ya veteranos llega a su quinta final de la Copa de Europa. El Manchester United les espera otra vez en Wembley y la delantera del Benfica aunque crepuscular, es inolvidable: Jose Augusto, Coluna, Eusebio, Torres y Simoes. Tampoco hay suerte. El partido acaba con empate a uno y en la prórroga el Manchester hace un auténtico destrozo: 4-1. Al Benfica lo entrenaba el brasileño Otto Gloria.
En 1981 muere Bela Guttmann en Viena. Y en 1983 las “aguilas” llegan a la final de la Copa de la UEFA para enfrentarse al Anderlecht belga y Guttmann seguía riéndose desde su tumba porque el Benfica -dirigido por Sven Göran Ericksson- tampoco gana la UEFA (1-0 pierde en Bruselas y 1-1 en Da Luz).
En 1988 se juega en Sttutgart la final de la 33ª Copa de Europa. Benfica - PSV Eindoven. 0-0 final y lanzamiento de penaltys. El PSV Campeón de Europa. La culminación a todo este entorno maligno, ocurre en 1990. De nuevo el Benfica intenta en su octava final continental, romper el maleficio.
Un jovencísimo Eusebio, Bela Guttmann y Coluna con la Copa de Europa de 1962.
Como en 1963, el adversario es el AC Milan. La final se juega en Viena el 23 de Mayo de 1990 y en las horas previas una delegación del Benfica encabezada por el mítico Eusebio visita la tumba de Bela Guttmann en el cementerio judío de Viena, rezan ante ella y le hacen una ofrenda floral. Es inútil. El Milan de Sacchi se impone 1-0 con gol de Rijkaard.
En la Europa League (la antigua Copa de la UEFA) los benfiquistas pierden las finales del 2013 y 2014 ante Chelsea y Sevilla.
Mas de medio siglo después, la maldición de Bela Guttmann sigue haciendo efecto y además en este espacio de tiempo los benfiquistas han debido soportar como su eterno rival, el Oporto ganaba dos veces la Copa de Europa y la Intercontinental (1987 y 2004) y lo superaba en palmarés europeo consiguiendo además una Copa de la UEFA en 2003.
Hay fuentes donde se asegura que la maldición/frase completa de Guttmann fue: “En cien años desde hoy, el Benfica sin mí no ganara una copa europea”.
Nos vamos al siniestro Wandkorf Stadion de Berna. Es el 4 de Julio de 1954. Final de la Copa del Mundo. La mejor Hungría de la historia. Una generación irrepetible de futbolistas. Boszik, Grosics, Hidegkuti, Puskas, Kocsis, Czibor ...
El lugar maldito ...
Un adversario sin ninguna opción: una Alemania (RFA) que en la fase previa es machacada por los magiares por 8-3, que ni siquiera fue cabeza de serie y que alcanzó la final sorprendentemente.
Por el contrario, Hungría disputo dos auténticas batallas en cuartos y semifinales contra Brasil y Uruguay.
Llovía y Puskas jugó medio lesionado pero antes de alcanzar el primer cuarto de hora, el mismo Puskas y Czibor ponen el 2-0 en el marcador y las cosas en su sitio.
A partir de entonces nadie se explica lo que sucedió en el Wandkorf Stadion. A poco del descanso, Schaefer y Rahn empatan el partido.
Sandor Kocsis y Zoltan Czibor.
En la segunda parte, Hungría acorrala a los alemanes y los palos cuadrados de aquellas malditas porterías devuelven dos disparos de Hidegkuti y uno de Kocsis. El meta Turek detiene lo imparable. A falta de seis minutos para el final, un centro de Fritz Walter es rematado por Rahn y Grosics no puede hacer nada.
Sacando fuerzas de la desesperación, Puskas consigue empatar, pero el tanto se invalida por fuera de juego de Hidegkuti. Cuesta crerlo, pero Hungría ha perdido la final.
31 de Mayo de 1961. Final de la VI Copa de Europa. El Barça se enfrenta al entonces semidesconocido Benfica (aún sin Eusebio) en el Wankdorf Stadion y es el claro favorito. El ataque lo forman Kubala, Evaristo, Kocsis, Suárez y Czibor.
Kocsis y Czibor vuelven al escenario de la derrota ante los alemanes siete años después. Los dos son supersticiosos y palidecen cuando comprueban que se les ha asignado el mismo vestuario que en la final de 1954. Están convencidos de que aquello no puede terminar bien. Mientras Angel Mur le hace el masaje previo a Sandor Kocsis, el húngaro le dice: “Este partido no lo ganamos”. Czibor, según cuentan, es más explícito: “Este campo, mierda”.
Kubala, a la izquierda, ha disparado y Evaristo canta el gol. Pero la pelota después de rebotar en el primer palo, lo hará en el segundo y acabará en las manos de Costa Pereira.
El Barça pierde la final también por 3-2 después de hacer méritos para golear al Benfica. Cuatro balones se estrellan en los postes (uno de Kubala va de palo a palo para volver al campo) y los defensas portugueses sacan varias pelotas en la linea de gol.
Ramallets se marcó un tanto en propia puerta y regaló otro. Y el Benfica fue el sorprendente campeón. El Barça tardó trece años en volver a jugar la Copa de Europa y treinta y uno en ganarla. La FIFA cambiaría a partir de aquella final la forma de los palos. Nunca más serían cuadrados.
Sandor Kocsis declaró poco después: “He entendido lo que sucedió. En este campo hay una maldición contra todo húngaro que lo pise”.
El Wandkorf Stadion es demolido el 3 de Agosto del 2001. Pero antes, el Barça gana al fin en ese campo la final de la Recopa de Europa de 1989 contra la Sampdoria.
No había ningún húngaro en el equipo. ¿sería por eso?
Fuentes:
Hemeroteca El Mundo Deportivo y La Vanguardia.
Enciclopedia Mundial del Fútbol, Editorial Oceano 1981.
Bela Guttmann Vikipedia.
Librodenotas.com
Colgadosporelfútbol.com
Elbocón.pe
Depor.pe
kaisermagazine.com
Bela Guttmann (*) fue un trotamundos tanto de jugador como de entrenador. De orígen judío había nacido en Budapest en 1900. Su etapa portuguesa es impresionante: gana la Liga de 1959 con el Oporto y con el Benfica consigue las de 1960 y 1961 y las Copas de Europa de 1961 (3-2 al Barça) y 1962 (5-3 al Madrid).
(*) El apellido Guttmann, aparece escrito según donde se consulte como Gutman, Guttman, Gutmann ... lo dejaremos en Guttmann.
Durante el verano de 1962 pide a la directiva un aumento de sueldo; las negociaciones se envenenaron y el Benfica decidió cesar a Bela Guttmann (1), el cual antes de abandonar el club lanza la frase que lo hizo famoso en vida y después de ella: “Sin mí, el Benfica no volverá nunca a ganar una Copa de Europa”. Nadie se lo tomó en serio entre otras cosas porque aquél Benfica iba directo a la leyenda: Eusebio, Coluna, Germano, José Augusto, Santana, Simoes ... configuraban el mejor grupo que las “aguilas” tuvieron jamás.
(1) Antonio Simoes, una de las leyendas del Benfica en el que militó desde 1961 hasta 1975 reconoce las dificultades del club para satisfacer las exigencias económicas de Guttmann: “Cuando él llegó al Benfica, dijo que quería un premio por el título continental. Se le dijo que si pensando que seguramente no lo íbamos a ganar. Y fueron dos los que ganamos y después fue un problema para pagarle. No se quedó”.
Y en la final de la Intercontinental de 1962, ya sin Bela Guttmann y con el chileno Fernando Riera en el banquillo, el Santos de Pelé maltrata a los benfiquistas: 3-2 en Río de Janeiro y 2-5 en Lisboa.
Pero claro, la Intercontinental no era una competición “europea”. En 1963 el Benfica vuelve a alcanzar la final de la Copa de Europa y es el favorito ante el AC Milan. El partido se juega en Wembley y los italianos contra todo pronóstico se imponen por 2-1. En 1965 de nuevo el Benfica en la final europea. No es justo que se jugara en San Siro ... ante el Inter de HH, pero los lusos vuelven a perder por 1-0.
Todavía en 1968, los portugueses con algunos de sus hombres importantes ya veteranos llega a su quinta final de la Copa de Europa. El Manchester United les espera otra vez en Wembley y la delantera del Benfica aunque crepuscular, es inolvidable: Jose Augusto, Coluna, Eusebio, Torres y Simoes. Tampoco hay suerte. El partido acaba con empate a uno y en la prórroga el Manchester hace un auténtico destrozo: 4-1. Al Benfica lo entrenaba el brasileño Otto Gloria.
En 1981 muere Bela Guttmann en Viena. Y en 1983 las “aguilas” llegan a la final de la Copa de la UEFA para enfrentarse al Anderlecht belga y Guttmann seguía riéndose desde su tumba porque el Benfica -dirigido por Sven Göran Ericksson- tampoco gana la UEFA (1-0 pierde en Bruselas y 1-1 en Da Luz).
En 1988 se juega en Sttutgart la final de la 33ª Copa de Europa. Benfica - PSV Eindoven. 0-0 final y lanzamiento de penaltys. El PSV Campeón de Europa. La culminación a todo este entorno maligno, ocurre en 1990. De nuevo el Benfica intenta en su octava final continental, romper el maleficio.
Un jovencísimo Eusebio, Bela Guttmann y Coluna con la Copa de Europa de 1962.
Como en 1963, el adversario es el AC Milan. La final se juega en Viena el 23 de Mayo de 1990 y en las horas previas una delegación del Benfica encabezada por el mítico Eusebio visita la tumba de Bela Guttmann en el cementerio judío de Viena, rezan ante ella y le hacen una ofrenda floral. Es inútil. El Milan de Sacchi se impone 1-0 con gol de Rijkaard.
En la Europa League (la antigua Copa de la UEFA) los benfiquistas pierden las finales del 2013 y 2014 ante Chelsea y Sevilla.
Mas de medio siglo después, la maldición de Bela Guttmann sigue haciendo efecto y además en este espacio de tiempo los benfiquistas han debido soportar como su eterno rival, el Oporto ganaba dos veces la Copa de Europa y la Intercontinental (1987 y 2004) y lo superaba en palmarés europeo consiguiendo además una Copa de la UEFA en 2003.
Hay fuentes donde se asegura que la maldición/frase completa de Guttmann fue: “En cien años desde hoy, el Benfica sin mí no ganara una copa europea”.
Nos vamos al siniestro Wandkorf Stadion de Berna. Es el 4 de Julio de 1954. Final de la Copa del Mundo. La mejor Hungría de la historia. Una generación irrepetible de futbolistas. Boszik, Grosics, Hidegkuti, Puskas, Kocsis, Czibor ...
El lugar maldito ...
Un adversario sin ninguna opción: una Alemania (RFA) que en la fase previa es machacada por los magiares por 8-3, que ni siquiera fue cabeza de serie y que alcanzó la final sorprendentemente.
Por el contrario, Hungría disputo dos auténticas batallas en cuartos y semifinales contra Brasil y Uruguay.
Llovía y Puskas jugó medio lesionado pero antes de alcanzar el primer cuarto de hora, el mismo Puskas y Czibor ponen el 2-0 en el marcador y las cosas en su sitio.
A partir de entonces nadie se explica lo que sucedió en el Wandkorf Stadion. A poco del descanso, Schaefer y Rahn empatan el partido.
Sandor Kocsis y Zoltan Czibor.
En la segunda parte, Hungría acorrala a los alemanes y los palos cuadrados de aquellas malditas porterías devuelven dos disparos de Hidegkuti y uno de Kocsis. El meta Turek detiene lo imparable. A falta de seis minutos para el final, un centro de Fritz Walter es rematado por Rahn y Grosics no puede hacer nada.
Sacando fuerzas de la desesperación, Puskas consigue empatar, pero el tanto se invalida por fuera de juego de Hidegkuti. Cuesta crerlo, pero Hungría ha perdido la final.
31 de Mayo de 1961. Final de la VI Copa de Europa. El Barça se enfrenta al entonces semidesconocido Benfica (aún sin Eusebio) en el Wankdorf Stadion y es el claro favorito. El ataque lo forman Kubala, Evaristo, Kocsis, Suárez y Czibor.
Kocsis y Czibor vuelven al escenario de la derrota ante los alemanes siete años después. Los dos son supersticiosos y palidecen cuando comprueban que se les ha asignado el mismo vestuario que en la final de 1954. Están convencidos de que aquello no puede terminar bien. Mientras Angel Mur le hace el masaje previo a Sandor Kocsis, el húngaro le dice: “Este partido no lo ganamos”. Czibor, según cuentan, es más explícito: “Este campo, mierda”.
Kubala, a la izquierda, ha disparado y Evaristo canta el gol. Pero la pelota después de rebotar en el primer palo, lo hará en el segundo y acabará en las manos de Costa Pereira.
El Barça pierde la final también por 3-2 después de hacer méritos para golear al Benfica. Cuatro balones se estrellan en los postes (uno de Kubala va de palo a palo para volver al campo) y los defensas portugueses sacan varias pelotas en la linea de gol.
Ramallets se marcó un tanto en propia puerta y regaló otro. Y el Benfica fue el sorprendente campeón. El Barça tardó trece años en volver a jugar la Copa de Europa y treinta y uno en ganarla. La FIFA cambiaría a partir de aquella final la forma de los palos. Nunca más serían cuadrados.
Sandor Kocsis declaró poco después: “He entendido lo que sucedió. En este campo hay una maldición contra todo húngaro que lo pise”.
El Wandkorf Stadion es demolido el 3 de Agosto del 2001. Pero antes, el Barça gana al fin en ese campo la final de la Recopa de Europa de 1989 contra la Sampdoria.
No había ningún húngaro en el equipo. ¿sería por eso?
Fuentes:
Hemeroteca El Mundo Deportivo y La Vanguardia.
Enciclopedia Mundial del Fútbol, Editorial Oceano 1981.
Bela Guttmann Vikipedia.
Librodenotas.com
Colgadosporelfútbol.com
Elbocón.pe
Depor.pe
kaisermagazine.com
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