Villa Park
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En el otoño de 1964 le espera al Inter la Copa Intercontinental, entonces a doble partido y con un reglamento curioso: solo sumaban las victorias y no los goles conseguidos. En Avellaneda, en el estadio conocido en aquel tiempo como La doble visera, se enfrenta a Independiente (9/9/1964) y los argentinos ganan 1-0 (1). En San Siro (23/9/1964), el Inter gana 2-0 con goles de Mazzola y Corso (2), pero como han igualado ambos equipos a una victoria, se juega el desempate en Madrid, en el Santiago Bernabeu (26/9/1964). El encuentro es muy equilibrado y el gol de Corso en el minuto 110, ya en la 2ª parte de la prórroga, le proporciona al Inter su primera Copa Intercontinental (3). Hay cierta decepción por la actitud poco ofensiva de los interistas durante el partido pero HH lo ve de otra manera y su declaración de principios es difícilmente rebatible: “Lo único que vale en el fútbol son los resultados. Dentro de unos años, nadie dirá si se jugó así o “asá”. Se hablará del triunfo. Lo único que queríamos es que el Inter se proclamara Campeón del Mundo. Yo no he inventado las reglas del juego ni de los resultados. Y además, el Inter fue el único equipo que tuvo posibilidades claras de resolver en el primer tiempo, en el segundo y en la prórroga”.
(1) Sarti; Burgnich, Guarneri, Facchetti, Malatrasi, Picchi, Jair, Mazzola, Milani, Suárez y Corso.
(2) Sarti; Burgnich, Guarneri, Picchi, Facchetti, Malatrasi, Jair, Mazzola, Milani, Suárez y Corso.
(3) Sarti; Malatrasi, Guarneri, Facchetti, Picchi, Tagnin, Domenghini, Peiró, Milani, Suárez y Corso.
El 27/5/1965 el Inter consigue su segunda Copa de Europa (4), pero sin la brillantez de la primera, un año atrás. Las circunstancias que rodearon al partido no lo convirtieron en algo memorable, ni mucho menos. La final se jugó en San Siro contra el Benfica, que se encontró con un ambiente absolutamente hostil y con una cortina de agua que no cesó en los 90 minutos y que convirtió el campo en una laguna. El único gol del partido lo consigue en el minuto 43 el interista Jair en un error garrafal del guardameta Costa Pereira quien poco después se lesionaría debiendo ocupar la portería el defensa Germano. En la última media hora de partido, aún y con la meta portuguesa en situación de precariedad evidente, el miedo se instala en el Inter porque el Benfica amenaza con echar abajo toda la parada. En El Mundo Deportivo se escribía: “... el fútbol de los perdedores fue muy bravo. Pero contra don Helenio, contra el diablillo que parece protegerlo constantemente, es muy difícil luchar”. Y el Inter especuló y especuló hasta el final del partido y se convirtió en bicampeón europeo, lo que no le puso a salvo de numerosísimas críticas.
(4) Sarti; Burgnich, Guarneri, Facchetti, Bedin, Picchi, Jair, Mazzola, Peiró, Suárez y Corso.
Declaraciones de Herrera y Luisito Suárez después de la final:
De toda el ciclo de la grande Inter, esta temporada (1964-65) fue la mas exitosa. El equipo también conseguiría su segundo scudetto de esta etapa (el anterior fue en 1962-63) y el noveno en la historia de la entidad y revalidaría triunfo en la Copa Intercontinental de nuevo ante Independiente. Esta vez sin necesidad de un tercer partido. En San Siro (8/9/1965) la superioridad del Inter es total: 3-0 con dos goles de Mazzola y otro de Joaquín Peiró y en la vuelta de Avellaneda (15/9/1965), Herrera vuelve a aplicar su teoría de que lo que quedan son los resultados en el libro de la Historia, y el catenaccio es monstruoso, salpicado, eso sí, con los lanzamientos de Luis Suárez y las galopadas de Peiró, Mazzola y Corso. El partido acaba con empate a cero y el Inter ya es bicampeón europeo y continental (*).
(*) La alineacion del Inter en los dos partidos de la Intercontinental es la misma que en la final europea ante Benfica. Es la que se conoció como la grande Inter.
En la temporada 1965-66, vuelve a proclamarse Campeón de Liga -es el décimo Scudetto-, pero en la Copa de Europa aparecen las primeras grietas en el edificio: el Madrid elimina al Inter en semifinales y le impide jugar su tercera final consecutiva.
Y Giancinto Facchetti, que con 24 años y que con el glorificado Inter de HH ya ha ganado todo lo habido y por haber, se dispone a disputar junto con sus compañeros de equipo, Burgnich, Guarneri y Mazzola su primer Mundial con la azzurra en el verano de 1966 en Inglaterra. Italia se encuadra en el grupo IV junto con la URSS, Chile y Corea del Norte. Hay sonrisas de benevolencia para con la selección asiática: en el gran banquete del fútbol se invitaba a un perfecto desconocido para quedar bien.
Italia arranca con victoria 2-0 ante Chile en Sunderland el 13/7/1966 con goles del interista Mazzola y Barison. Es derrotada por la URSS en el mismo escenario por 1-0 tres días mas tarde y el 19 de Julio se disputa en Middlesbrough el Italia-Corea. No entra en los planes del seleccionador Edmondo Fabbri caer ante los coreanos, pero un gol de Pak Doo-ik casi al final de la 1ª parte se convierte en la sensación del fútbol mundial: Italia, pese a jugar con diez hombres por lesión de Bulgarelli, siguió dominando el partido y solo la actuación del meta coreano evitó la clasificación de los italianos.
Facchetti disputó los tres partidos. Contra Chile y la URSS la defensa la compusieron Burgnich, Salvadore, Facchetti y Rosato. En el nefasto encuentro contra Corea, Landini, Janich, Facchetti y Guarneri. El portero era Albertosi.
Los periódicos italianos se hicieron eco de la catástrofe: “Vergogna Nazionale”, “Azzurri, Vergogna” , “Il Nostro Calcio E´Morto”, “La pagina piu nera del calcio italiano”. El ex seleccionador Vittorio Pozzo, campeón del mundo en 1934 y 1938 declaraba: “Los italianos ya no saben que significa luchar por una camiseta o por un país”.
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