Ghirardi ha continuado intentando vender el Parma, aunque los resultados negativos, a los que se añaden la sanción en la clasificación podían suponer una inversión de demasiado riesgo para un potencial comprador, ante la posibilidad de que el equipo acabe embarrancado Serie B. Un empresario albanés, Rezart Taci, ya se echó para atrás hace unas semanas y ahora la entrada de un grupo inversor ruso y chipriota, relacionado con el petróleo y que se haría cargo de la deuda podría ser oficializada en breve, tal y como señaló Leonardi antes del último partido contra la Lazio. Este jueves se anunció la venta de la mayoría de las acciones, previsiblemente a este grupo, aunque no se detallará hasta la próxima semana.
La importante inversión realizada por Ghirardi, que devolvió por momentos ilusiones de grandeza que hicieran rememorar el final de la década de los ’90 del Parma, no produjo el retorno esperado. La mastodóntica cantidad de jugadores en nómina, que incluyendo los cedidos ha llegado a rondar los 300 futbolistas y los numerosas entradas y salidas cada mercado de fichajes finalmente se demostraron incontrolables económicamente. Ahora el Parma navega en aguas turbulentas y sigue a la deriva a la espera de la llegada de un brazo que le ayude a salir
Alrededor de 10 millones de euros en deudas serán solventados por un grupo inversor ruso-chipriota que compraría un paquete mayoritario de acciones de la institución para dirigir su nuevo rumbo.