redsdevils1116
Mega Fútbol
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“El fútbol es mi vida, no sólo un pasatiempo, es el que me hace olvidar de todo y por el que daría la vida”, escribió Emanuel Ortega en su Facebook el 3 de julio de 2012. Casi tres años después, la frase hiela la sangre. Murió en el día del futbolista.
La tarde del lunes 4 de mayo pudo haber sido una más entre tantas para el fútbol argentino. Tristemente no fue así. San Martín de Burzaco era local de Juventud Unida, en un partido que terminó perdiendo 2 a 1. Ortega salió prolijamente por la derecha, dio un pase hacia adelante y Alexis Valenzuela lo intentó desestabilizar poniéndole el cuerpo. Con su físico morrudo le hizo perder el equilibrio y el defensor cayó afuera del campo de juego. Por mala suerte, o por negligencia de las autoridades, golpeó su cabeza contra una pared que estaba a tan sólo un metro de la línea del costado.
“El 95% de las canchas de nuestro país son reducidas, habrá que analizarlo”, dijo Sergio Marchi, titular de Futbolistas Agremiados. Más que analizarlo, deberían solucionarlo. En el ascenso, la cercanía de la línea de cal con el paredón de cemento de las tribunas, es un escenario repetido. No hacen falta grandes obras ni exorbitantes inversiones, se trata de la mínima protección para los protagonistas.
Como si hiciera falta que lo aclarara, Valenzuela dijo que “fue sin mala leche”. Probablemente no le sea fácil borrar esa escena fatal, termina siendo más víctima que responsable. Cuando vio la caída y el cuerpo inmóvil llamó inmediatamente a los médicos, pero ya era tarde. Ortega sufrió fractura del occipital y coágulos de sangre en el cerebro. El miércoles le hicieron una operación, pero en la madrugada del jueves, cuando se cumplían diez días del golpe, falleció.
Era jujeño, tenía 21 años y jugaba a préstamo en San Martín de Burzaco. Su pase pertenecía a Banfield, donde no llegó a debutar en Primera. Tanto para los compañeros de su actual club como para el Taladro, fue un shock. El mundo del ascenso, opacado por el torneo de treinta, sus figuras y los superclásicos, se unió durante el fin de semana pasado para darle fuerza con una bandera bajo la inscripción #AscensoUnido. Estuvo en casi todas las canchas y fue un grito consciente de que pudo haberle pasado a cualquiera.
La AFA suspendió la fecha de todas las categorías y después del duelo, será el momento de la precaución.
La tarde del lunes 4 de mayo pudo haber sido una más entre tantas para el fútbol argentino. Tristemente no fue así. San Martín de Burzaco era local de Juventud Unida, en un partido que terminó perdiendo 2 a 1. Ortega salió prolijamente por la derecha, dio un pase hacia adelante y Alexis Valenzuela lo intentó desestabilizar poniéndole el cuerpo. Con su físico morrudo le hizo perder el equilibrio y el defensor cayó afuera del campo de juego. Por mala suerte, o por negligencia de las autoridades, golpeó su cabeza contra una pared que estaba a tan sólo un metro de la línea del costado.
“El 95% de las canchas de nuestro país son reducidas, habrá que analizarlo”, dijo Sergio Marchi, titular de Futbolistas Agremiados. Más que analizarlo, deberían solucionarlo. En el ascenso, la cercanía de la línea de cal con el paredón de cemento de las tribunas, es un escenario repetido. No hacen falta grandes obras ni exorbitantes inversiones, se trata de la mínima protección para los protagonistas.
Como si hiciera falta que lo aclarara, Valenzuela dijo que “fue sin mala leche”. Probablemente no le sea fácil borrar esa escena fatal, termina siendo más víctima que responsable. Cuando vio la caída y el cuerpo inmóvil llamó inmediatamente a los médicos, pero ya era tarde. Ortega sufrió fractura del occipital y coágulos de sangre en el cerebro. El miércoles le hicieron una operación, pero en la madrugada del jueves, cuando se cumplían diez días del golpe, falleció.
Era jujeño, tenía 21 años y jugaba a préstamo en San Martín de Burzaco. Su pase pertenecía a Banfield, donde no llegó a debutar en Primera. Tanto para los compañeros de su actual club como para el Taladro, fue un shock. El mundo del ascenso, opacado por el torneo de treinta, sus figuras y los superclásicos, se unió durante el fin de semana pasado para darle fuerza con una bandera bajo la inscripción #AscensoUnido. Estuvo en casi todas las canchas y fue un grito consciente de que pudo haberle pasado a cualquiera.
La AFA suspendió la fecha de todas las categorías y después del duelo, será el momento de la precaución.
