Biografias y perfiles
Nicolas Maduro
Nacido en Caracas en 1962 y criado en la popular barriada de El Valle, Nicolás Maduro es un convencido izquierdista que se inició en el grado medio como líder estudiantil. Sin pasar por la universidad, trabajó como chófer de autobuses del Metro de Caracas y llegó a ser un destacado líder sindical en los años 90.
Sus primeros pasos en la política los dio en sus tiempos de estudiantes. "Era el de los juegos pesados", recuerda uno de sus compañeros de liceo. "Tocaba el bajo y a veces la guitarra, pero era malísimo. No tenía oído. Lo del grupo Enigma era pura descarga".
Desde entonces, el ya bigotudo Maduro (y también melenudo) tenía la costumbre de usar pantalones sobre la cintura y camisas arremangadas. Era el pana con carro (de su papá): un desvencijado Ford Fairlane color crema.
El "niño bien" de Los Chaguaramos se incorporó rápidamente a la dinámica del liceo en El Valle. Las borracheras con anís y ron a ritmo de rock pesado -con música de Saga o Barón Rojo
Las cenas de pan con mortadela. La dirigencia estudiantil en el José Ávalos. Las visitas a los barrios para llevar los "círculos de estudio" que promovía la Liga Socialista. Un año de estudios políticos en Cuba. "Era el que menos pensábamos que se dedicaría a la política. No se lo tomaba en serio. Además era un embarcador. Nunca llegaba a la hora", recuerda su amigo de la secundaria.
Los tiempos cambiaron y ya se sabe que Maduro se puso "suizo" con el horario mientras presidió la Asamblea Nacional, donde penalizó económicamente a los diputados impuntuales (le decían "Profesor Jirafales"). "Hay que reconocer que mientras estuvo allí logró corregir situaciones laborales y otorgar beneficios", dice Mirna Leal, ex secretaria del Tribunal Disciplinario de la AN.
El tamañote del también ex jugador de beisbol le sirvió para hacer de guardaespaldas (desarmado) de José Vicente Rangel durante la campaña presidencial de 1983. También lo fue de Pablo Milanés y de David Nieves.
En la campaña presidencial de 1998, era uno de los asistentes del comandante. Incluso, en diciembre de ese año, cuando el actual mandatario gana la primera elección, Maduro acompaña a Chávez al CNE. Una fotografía de la época lo muestra abriendo paso al Presidente electo, con una camisa oscura de menudos rombos, corbata beige y el infaltable bigote.
Conoció a Cilia Flores en El Cuartel de Catia, cuando ella apoyaba legalmente a su hermano detenido por el 4F. Y se le declaró una madrugada en La Guaira, después de haber escapado a una larga jornada de allanamientos a los dirigentes del MBR-200
Maduro, antes de dirigir la política exterior venezolana, condujo una unidad del Metrobús a principios de los noventa. Andaba cerca de los treinta cuando se convirtió en dirigente sindical y luego en presidente del sindicato del Metro de Caracas.
Asmático y alérgico a las flores, afirma un ex funcionario de Protocolo de Cancillería. Fue el chofer de Metrobús, con más choques y ausencias (según declaraciones de ex colegas a El Nuevo País).
Maduro consulta el I-Ching en los momentos espinosos (como el 11 de abril) y es seguidor de Sai Baba, quien nació en una fecha demasiado similar a la suya, como para no mencionarlo, como si hubiera sido el destino (ambos nacieron un 23 de noviembre, el primero de 1926 y Maduro de 1962)
Tiene un hijo de nombre Nicolás y dos nietas: Paula y Sofía
Henrique Capriles Radonski
Radonski nació el 11 de julio de 1972 en Caracas, Venezuela. Su madre, Mónica Cristina Radonski Bochenek, proviene de una familia judía ruso-polaca sobreviviente del Holocausto nazi.3 Su padre, Henrique Capriles García, descendiente de una familia de judíos sefardíes de Curazao. Ambas familias están ligadas al sector empresarial y productivo del país, entre los que se cuentan medios de comunicación, industrias, entretenimiento (Cinex), servicios e inmobiliarias
Como todo niño venezolano, Henrique Capriles creció siendo fanático del béisbol y especialmente de los Leones del Caracas. Algunas reseñas periodísticas indican que el niño Henrique Capriles jugó béisbol menor en todas la posiciones del campo de juego, habiendo jugado este deporte durante 14 años.
Desde muy joven fue educado como católico y ha llegado a profesar en diversas oportunidades una gran devoción mariana. En una entrevista que se le realizara en el año 2008 llegó a considerar a Jesucristo como el mayor héroe de la historia. La conversión al catolicismo de la descendencia Capriles en Venezuela tiene sus causas en la influencia de la abuela paterna de Henrique Capriles, Laura García Arjona, quien proviene del estado Trujillo, región de profundas y arraigadas raíces católicas. Referencias familiares exponen que Armando Capriles Mayeston, abuelo paterno de Henrique Capriles, se bautizó en la religión católica como regalo a su esposa Laura García, cuando estos cumplieron 25 años de casados.
Sus estudios de primaria los hizo en el Colegio María Montessori y el bachillerato lo cursó en Institutos Educacionales Asociados (IEA), El Peñón en Caracas. Es aquí en donde probablemente tuvo sus primeros contactos con la política, junto a, Armando Briquet, dos años mayor que Henrique Capriles y quien en el 2012 comanda su campaña presidencial. Fuentes no confirmadas exponen al joven Henrique Capriles como uno de esos muchos niños que sueña desde muy temprana edad con ser presidente.
Lili Bochenek, abuela de Henrique Capriles Radonski quien murió en julio de 2003, fue una de las principales guías y referencias del joven Henrique Capriles “Mi abuela era mi mejor amiga. Una persona que leía mi mente como pocas. Me enseñó el mundo'', comentó recientemente en una entrevista Henrique Capriles Radonski.
Capriles no teme reconocerlo. Confiesa que todos los días se arrepiente de algo. Esta práctica hace que no tenga cargas demasiado pesadas, ni siquiera para admitir que su pecado recurrente es la infidelidad.
Sin embargo, jura y perjura que no fue por esto que la animadora Érika de la Vega lo “botó”, cuando era alcalde de Baruta.
Al final de una entrevista Henrique Capriles reveló no ser un gran bailarín, aunque le gusta el reguetón. Vivo enamorado y loco, de Tony Dize, es la favorita en la lista de su iPod
"Es muy difícil seguirle el trote", ha dicho de él una de sus más cercanas aliadas, Adriana D'Elía, quien lo relevó el pasado año como gobernadora encargada. "Henrique es una persona exigente, pero a la vez, muy humana. Es un amigo que te enseña a través de ejemplos. Él no exige más de lo que se puede hacer o se puede dar. Está todo el tiempo entregado al servicio. Incluso preso nos pedía cuentas de lo que se estaba haciendo en la Alcaldía. Siempre sabe ponerse en los zapatos del otro. Tiene una memoria fuera de lo normal y le preocupa mucho defraudar a la gente", afirma D'Elía