Jorge Páez
Mega Fútbol
- 16/4/12
- 14.685
- 59
- Equipo
En un partido contra el Sheffield se cayó un jugador de nuestro equipo y los rivales tiraron la pelota afuera. Se la devolvimos. Un zaguero de ellos demoró en tomarla, Overmars se hizo del balón, tiró el centro, metimos el gol y ganamos 2-1. En el vestuario, Wenger nos dijo que había sido una conducta antideportiva y que iba a pedir que se repitiera el partido. Volvimos a jugarlo y ganamos otra vez".
La anécdota lleva la rúbrica de Nelson Vivas, un exdefensor del seleccionado argentino conocido por su dureza y que durante una temporada vistió la camiseta del Arsenal a fines de la década del 90. Aunque ya transcurrió más de una década, la historia vuelve fresca a la retina tras conocerse la acción que, en este caso, tuvo como protagonista al alemán Miroslav Klose, delantero de Lazio que en el encuentro de este miércoles ante Nápoles, le pidió al árbitro que no cobrara un gol porque había tocado la pelota con la mano.
En un deporte como el fútbol donde sobran los que sostienen que el fin –un gol, una victoria- justifica cualquier medio, existen otros tantos que deciden jugar con el reglamento no escrito del juego limpio. Terra recopila algunas de esas historias.
El niño malo que hizo el bien
Aunque su figura suele ser más reconocida por su simpatía por el fascismo, el delantero italiano también fue galardonado con el premio Fair Play de la FIFA en 2001. El motivo: jugando para West Ham, tomó la pelota con sus manos al recibir un centro en una acción en la que el arquero Paul Gerrard, del Everton, había caída producto de una lesión. Aunque podría haber aprovechado la jugada porque el arco había quedado vacío, Di Canio detuvo todo para que atendieran al rival.
El gigante bueno
Delantero de la Juventus entre 1957 y 1962, el galés John Charles no recibió nunca una amonestación en sus casi 20 años como futbolista. Sin embargo, la figura de este delantero de 1,88 m es recordada por sus goles, su porte y porque en un partido contra la Sampdoria eludió a un defensor y se escapó solo rumbo al arco. Pero al observar que su marcador había quedado tendido en el suelo, arrojó la pelota afuera para ayudarlo.
El penal que no fue
Robbie Fowler, legendaria figura del Liverpool, mereció su reconocimiento en un duelo de la temporada 1996/97 nada menos que ante el Arsenal. Fowler cayó en el área ante el arquero y el juez marcó penal. El delantero intentó convencer al árbitro de que se había equivocado porque él solamente se había tropezado, pero pese a su “reclamo” fue obligado a ejecutar el remate. Convencido de la injusticia, Fowler remató mansamente el penal, dejando el balón en las manos de un incrédulo David Seaman.
Klose, otra vez
En un encuentro disputado entre el Werder Bremen y Arminia Bielefeld, em 2005, el delantero alemán cayó en el área tras un contacto con Mathias Hain, arquero del Arminia. El árbitro inmediatamente marcó el penal y amonestó a Hain, pero Klose intercedió y admitió que su rival había llegado primero a la pelota. El juez, ante la confesión, dio marcha atrás y corrigió la decisión, retirándole la amarilla a Hain. “Me siento muy honrado de recibir este premio, aunque también algo irritado. Yo creo que estas cosas deben hacerse siempre. Volvería a hacerlo. Siempre”, sostuvo el goleador luego de ser galardonado por este gesto. El paso del tiempo confirmó sus palabras.
Unidos por la tragedia
En un encuentro de Champions League de 2007 ante Tolouse, Liverpool dejó de lado la histórica rivalidad con el Everton para rendir un homenaje: Rhys Jones, hincha del Everton de apenas 11 años, murió asesinado en la semana de aquel partido. Conmovidos por la noticia, el día del duelo con los galos, en Anfield no se entonó el clásico himno You’ll Never Walk Alone, sino que por los altoparlantes se escuchó Z-Cars, la melodía que suelen utilizar en Goodison Park, como una manera de recordar al joven Rhys.
La escuela catalana
Un equipo juvenil B del Barcelona permitió que le empataran un partido luego de que el árbitro cobrara un gol cuando el arquero del Castelldefels se encontraba en el piso. Así, Sergi Barjuan, técnico de los azulgranas les pidió a sus dirigidos que permitieran que el rival igualara el marcador. “No había más remedio, nos teníamos que dejar empatar. Somos un equipo modélico en el ámbito catalán, español, europeo y mundial y estos hechos ayudan a hacer fuerte a la cantera", explicó luego el entrenador.
---------
[video=youtube;0byO5X5Js14]http://www.youtube.com/watch?v=0byO5X5Js14[/video]
No es nuevo en Klose, todo un señor.
La anécdota lleva la rúbrica de Nelson Vivas, un exdefensor del seleccionado argentino conocido por su dureza y que durante una temporada vistió la camiseta del Arsenal a fines de la década del 90. Aunque ya transcurrió más de una década, la historia vuelve fresca a la retina tras conocerse la acción que, en este caso, tuvo como protagonista al alemán Miroslav Klose, delantero de Lazio que en el encuentro de este miércoles ante Nápoles, le pidió al árbitro que no cobrara un gol porque había tocado la pelota con la mano.
En un deporte como el fútbol donde sobran los que sostienen que el fin –un gol, una victoria- justifica cualquier medio, existen otros tantos que deciden jugar con el reglamento no escrito del juego limpio. Terra recopila algunas de esas historias.
El niño malo que hizo el bien
Aunque su figura suele ser más reconocida por su simpatía por el fascismo, el delantero italiano también fue galardonado con el premio Fair Play de la FIFA en 2001. El motivo: jugando para West Ham, tomó la pelota con sus manos al recibir un centro en una acción en la que el arquero Paul Gerrard, del Everton, había caída producto de una lesión. Aunque podría haber aprovechado la jugada porque el arco había quedado vacío, Di Canio detuvo todo para que atendieran al rival.
El gigante bueno
Delantero de la Juventus entre 1957 y 1962, el galés John Charles no recibió nunca una amonestación en sus casi 20 años como futbolista. Sin embargo, la figura de este delantero de 1,88 m es recordada por sus goles, su porte y porque en un partido contra la Sampdoria eludió a un defensor y se escapó solo rumbo al arco. Pero al observar que su marcador había quedado tendido en el suelo, arrojó la pelota afuera para ayudarlo.
El penal que no fue
Robbie Fowler, legendaria figura del Liverpool, mereció su reconocimiento en un duelo de la temporada 1996/97 nada menos que ante el Arsenal. Fowler cayó en el área ante el arquero y el juez marcó penal. El delantero intentó convencer al árbitro de que se había equivocado porque él solamente se había tropezado, pero pese a su “reclamo” fue obligado a ejecutar el remate. Convencido de la injusticia, Fowler remató mansamente el penal, dejando el balón en las manos de un incrédulo David Seaman.
Klose, otra vez
En un encuentro disputado entre el Werder Bremen y Arminia Bielefeld, em 2005, el delantero alemán cayó en el área tras un contacto con Mathias Hain, arquero del Arminia. El árbitro inmediatamente marcó el penal y amonestó a Hain, pero Klose intercedió y admitió que su rival había llegado primero a la pelota. El juez, ante la confesión, dio marcha atrás y corrigió la decisión, retirándole la amarilla a Hain. “Me siento muy honrado de recibir este premio, aunque también algo irritado. Yo creo que estas cosas deben hacerse siempre. Volvería a hacerlo. Siempre”, sostuvo el goleador luego de ser galardonado por este gesto. El paso del tiempo confirmó sus palabras.
Unidos por la tragedia
En un encuentro de Champions League de 2007 ante Tolouse, Liverpool dejó de lado la histórica rivalidad con el Everton para rendir un homenaje: Rhys Jones, hincha del Everton de apenas 11 años, murió asesinado en la semana de aquel partido. Conmovidos por la noticia, el día del duelo con los galos, en Anfield no se entonó el clásico himno You’ll Never Walk Alone, sino que por los altoparlantes se escuchó Z-Cars, la melodía que suelen utilizar en Goodison Park, como una manera de recordar al joven Rhys.
La escuela catalana
Un equipo juvenil B del Barcelona permitió que le empataran un partido luego de que el árbitro cobrara un gol cuando el arquero del Castelldefels se encontraba en el piso. Así, Sergi Barjuan, técnico de los azulgranas les pidió a sus dirigidos que permitieran que el rival igualara el marcador. “No había más remedio, nos teníamos que dejar empatar. Somos un equipo modélico en el ámbito catalán, español, europeo y mundial y estos hechos ayudan a hacer fuerte a la cantera", explicó luego el entrenador.
---------
[video=youtube;0byO5X5Js14]http://www.youtube.com/watch?v=0byO5X5Js14[/video]
No es nuevo en Klose, todo un señor.